Para mi es más importante que los viernes mis hijos estén conmigo caminando por la montaña que en el cole. ¿Por qué? en mi opinión la montaña es una de las mejores escuelas a las que puedes ir, a cualquier edad. Vamos a ver los cinco principales aprendizajes que se dan en las caminatas por la montaña:
- El contacto
- El equipo
- El reto
- El descubrimiento
- La aventura
El contacto directo con los sonidos de la naturaleza, con los animales, las flores, los árboles, las rocas, etc. hacen que tengamos los cinco sentidos despiertos y saboreando cada sensación. Este contacto permite el aprendizaje intuitivo sobre el medio natural, experimentando, tocando, oyendo, observando… algo que es imposible de alcanzar con ningún libro sobre la naturaleza.
Los niños tienen una capacidad natural para esta experimentación. Si logras dejarte llevar por su curiosidad, verás que como adultos también podemos re descubrir y sentir sensaciones nuevas al ver el mundo desde su perspectiva de investigadores curiosos.
En una caminata se suelen dar muchos de estos momentos: escalar unas rocas, investigar cuevas, observar insectos, oler plantas aromáticas, escuchar aves, buscar minerales, construir con palos, jugar con la corriente de agua… en nuestras caminatas es importante dar espacios en el caminar para que se den estos momentos mágicos
El equipo. En una caminata en grupo, los niños y los adultos somos un equipo. Estamos juntos en los retos y en los descubrimientos. En el placer y en la diversión y en las dificultades. Si alguien se cae, todos paramos y esperamos. Cuando comemos, compartimos alimentos. Si unos caminan más rápido que otros al cabo de un rato tenemos que esperar. Si alguien se enfada o está triste, el grupo acoge también sus emociones y los conflictos.
De todas estás situaciones que crean equipo, la que más nos une es la de superar juntos la dificultad. Por ejemplo, cuando nos encontramos frente a unas rocas escarpadas, con un viento frío soplando y con hambre, y entre todos logramos superar este tramo y llegar a algún refugio y sacar los bocatas. La sensación de haber logrado algo individualmente pero dentro de un grupo, hace que todos estemos conectados por este logro y por la sensación consciente o inconsciente de que sin el grupo no hubiéramos podido hacerlo.
El reto. Salir a caminar por la montaña no es una actividad cómoda. Por definición es una actividad física donde se utiliza energía para caminar. La mayoría de las veces encontramos desnivel, de subida o de bajada que obviamente representa un esfuerzo energético extra. Al desnivel se añaden otros factores que pueden representar un reto: el tiempo (viento, lluvia, calor), el tipo de sendero (pedregoso, resbaladizo, con escalada) y los posibles conflictos en el equipo (por ejemplo unos quieren parar a comer y otros quieren caminar más). Una excursión en grupo por la montaña está llena de retos. Y cada reto superado (el cansancio, el frío, los conflictos) aportan a cada niño una dosis notable de autoestima y fuerza interior increíbles. En la montaña trabajan mucho la fuerza de voluntad, la resistencia y la constancia. !Ojo! Es muy importante que los retos estén adaptados a la capacidad de cada niño o podemos generar un rechazo a la montaña que dure de por vida.
El descubrimiento. La emoción de descubrir es inherente al ser humano, y en los niños esta emoción está a flor de piel. Ya sea que descubran renacuajos en una charca, trocitos de cuarzo en una pared, una piel de serpiente o un árbol cuyas ramas les proporcionan cobijo, el momento del descubrimiento es absolutamente fantástico y perdura en ellos para siempre. Es importante que el ritmo de la caminata les permita hacer estos descubrimientos.
La aventura. La aventura es quizá una mezcla de todo lo anterior, es riesgo, es lo desconocido, es atreverse y divertirse descubriendo. Trepar, correr, meterse por túneles o cuevas, cruzar ríos saltando de piedra en piedra, flanquear riscos, caminar bajo la lluvia…con imaginación y juego casi cualquier excursión puede ser una aventura. Disfrútala!
No te pierdas el próximo post montañero: Los 10 ingredientes claves para cocinar una buena excursión con niños.
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Las fotos de este artículo están hechas por Yolanda Martinez de Kurukan, ella y su hijo participan en nuestro grupo de montaña desde que empezamos hace 3 años…Gracias por las preciosas imagenes!
Cuando eres madre y tus hijos ya son mayores, reflexionas el poco tiempo que hemos pasamos juntos porque la educación y el trabajo en este orden impuesto del sistema nos ha privado del placer de educar a nuestra prole.Bien hecho, un abrazo y adelante.
Me identifico totalmente con tan acertadas reflexiones sobre el enorme valor y beneficio del contacto con la naturaleza. La escuela es demasiado lo que sucede en el aula y menos experiencia directa, con todos los sentidos. Aprendizaje vivencial, es el que se queda grabado. El medio como fuente contínua de experiencias
Esta actividad es de las que generan unidad entre las personas que forman el grupo. La idea de descubrir y realizar caminatas por la montaña con niños me parece genial, siendo como soy, un aficionado cada vez más a las salidas a la montaña semanales con mi grupo de mayores.
Como ha dicho Mariajo, nosotros llevamos tres años compartiendo con el grupo estos mágicos momentos, y los que nos quedan. Es genial vivir el proceso, y la evolución en este caso de mi hijo y el mío, superando nuestros conflictos gracias al respeto del grupo, y sintiendo el viento, el sol, los colores y toda la vida que nos vamos encontrando en estado puro, día tras día montañero.
Mas de una mañana, al tener que madrugar, he tenido que oir; “pero a quién se le ocurre quedar tan pronto para ir a la montaña, yo me desapunto”. Pero tan solo un día no hemos podido acudir ,y se pasó meses enfadado sin entender porque no había podía ir. Ahora es uno de los “montañeros cañeros”; como cariñosamente les llamamos, y se siente crecido y empoderado, disfrutando de los múltiples retos superados junto a sus amigos.
Para mí como madre; entusiasta y practicante de la montaña, ha sido todo un reto acompañarle, en sus miedos, en sus rábias, en todas sus emociones, que en este medio se dán de manera tan brutal y auténticas . Un reto y un placer haber sentido de manera tan brutal, auténtica, mis miedos, mis rabias y todas las emociones que el grupo y yo nos hemos permitido dejar aflorar.
Si cierro los ojos y pienso en una imagen, me llega rápidamente una en movimiento; un cielo azulado intenso, con muchísima luz y nubes bailando al son del viento.
Gracias a tí Mariajo por enseñarnos estos lugares, al resto de adultos por acompañarnos, y al resto de montañeros cañeros por regalarnos tanta emoción.
Y un placer, recoger todo lo que me es permitido, en imágenes.
Les recomiendo la zona del valle del Alberche para hacer senderismo con la familia, concretamente en la zona del Valle de Iruelas hay parajes fantásticos para disfrutar y aprender de la naturaleza.
Tienen más información en http://www.casaruralabuelabenita.es/entorno.html